En la entrada anterior, quedé en que las situaciones se iban a poner mejor ese año... Creo que 15 años después la cosa fue así... Ese año me di cuenta como nunca antes de mis capacidades en la música y en la escritura. Recuerdo que hacía artículos que en el fondo eran resúmenes de otros, y de mi gran oído musical, que prácticamente sacaba todas o prácticamente todas las canciones de moda... A propósito de canciones de moda, siempre vibré con la música, pero ese año me gustaban particularmente Los Prisioneros y Los Beatles, este último grupo, un grandísimo descubrimiento hecho el año anterior, a través de un especial de radio... Tocaba en el taller instrumental del colegio, y era como el "niño símbolo" de aquél grupo... En las actuaciones vi cosas muy buenas y otras no tanto, pero lo general era que había poco aprecio por lo que hacíamos de parte de los otros estudiantes... A mí, eso me importaba muy poco, y siempre buscaba la intención de mejorar ese taller, ya sea inventando ensayos en las horas de clases (los que casi siempre se transformaban en otra cosa), o sacando nuevas canciones de grupos de moda de ese tiempo como Bon Jovi o los Guns N' Roses.
En una ocasión, se me ocurrió llevar nuestro número a la jornada de la mañana, algo realmente impensado en aquel tiempo... En un momento se lo planteé a mis compañeros de curso que estaban en el taller y me dijeron que estaba bien. También se lo dije al Profe. En un momento, se lo comenté a la profesora de economía, que en las mañanas, hacía de inspectora de las niñas, y me dijo que ningún problema, solo que estuviéramos ordenaditos y limpios, ja,ja,ja,ja,ja.
En el acto que se hizo para salir de vacaciones de invierno, nos presentamos con un medley de Los Prisioneros, un tema de Illapu (creo que el "Vuelvo"), y un medley de los Guns N' Roses... Fue divertido que hubo un respetuoso silencio, y después una serie de gritos, chiflidos, y escuchamos que cuando cerraron la cortina, decían "otra, otra, otra"... Muchas de las amistades que estaba comenzando a formar, nos hicieron mucha barra, y nos apoyaron harto... Al final, bajamos debajo del escenario, en una especie de camarín, y llegaron la inspectora con el director... se veían muy serios y compuestos, y mientras comentábamos lo sucedido con los compañeros, dicen "¿Quién es el responsable de esto?"... Quedamos helados y en un segundo, mis amigos y compañeros C. y A. dicen, apuntando con el dedo hacia mí: ¡El!... Yo pensé que me irían a suspender o algo así, por el desorden provocado en el acto, me miraron y se acercaron diciendo... ¡Felicitaciones!.... Fue muy sorpresivo, y simpático que me echaran la culpa de eso...
Creo que ese ha sido uno de los mejores momentos que he vivido, y en los cuales he sido más feliz... Fue como un gran triunfo personal, y me abrió varias puertas para después... Pero eso lo contaré en otra oportunidad...
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