Estos días han sido muy difíciles, donde solo he pensado en tres verbos: Renunciar, Cerrar y Abrir.
Renuncio a algunas cosas que me están agobiando y haciendo mal, sobre todo dejar atrás sueños como: cambiarme de domicilio a un lugar más amigable, tener un automóvil, tener mi propia familia, tocar en una banda.
Le cierro la puerta al amor y a otras emociones... Cada vez que me llama la atención, atrae o gusta alguien, me rechaza. Y yo, por mi lado, atraigo a gente que no quiero atraer ni me interesa.
La vida en el fondo se reduce a abrir y cerrar, cerrar y abrir.
Por ahora, cierro algunas emociones. Algun día puede que vuelva a abrir.